Contenido
1. Antonio Pasquali (1929- )
2. Mario Kaplún (1923-1998)
3. Armand Mattelart (1936- )
4. Jesús Martín-Barbero (1937-)
5. Néstor García-Canclini (1939-)
6. Migdalia Pineda de Alcazar
7. Referencias Bibliográficas
Antes de iniciar esta investigación, objeto de este estudio y partiendo de un enfoque enmarcado en un contexto latinoamericano, podemos hablar de las corrientes teóricas clásicas de la comunicación que han explicado los procesos de comunicación, a través de los medios tradicionales (prensa, radio, televisión y cine), desde la década de los años veinte hasta mediados de los años ochenta y posterior propuesta relacionadas con los medios telemáticos, hasta la actualidad.
El conjunto de investigaciones que se han realizado a lo lago de los años, considera que las crisis de las teorías dominantes en el campo de la comunicación social se hacen evidentes al observar como sus modelos, conceptos y nociones no están adaptados para abordar los cambios ocurridos en los últimos años en las comunicaciones en general, especialmente los vinculados con los modos diversos de información y comunicación, a través de los medios telemáticos interactivos.
A continuación los principales expones latinoamericanos de las corrientes clásicas de la comunicación:
1. Antonio Pasquali (1929- ):
Nació en Venezuela, realizó estudios de Filosofía en la Universidad Central de Caracas, doctorándose en filosofía en La Sorbona de París (1957). Amplió estudios en las universidades de Oxford y Florencia. Catedrático de filosofía moral y comunicación social en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, en la Facultad de Humanidades y Educación, orientó su acción investigadora y formativa hacia el fenómeno de la comunicación y de los medios.
Está considerado como uno de los introductores en América Latina del pensamiento de la comunicación que subyace en las fuentes teóricas de la Escuela de Fráncfort. Asesor y consultor internacional en materia de comunicación y medios. Creador del Centro Nacional Audiovisual del Ministerio de Educación (1958), del Departamento de Estudios Audiovisuales de la Escuela de Periodismo (1960) y del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela (1974). Miembro del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y coordinador del Proyecto RATELVE sobre política de la radiotelevisión pública (1974-78). Fue subdirector general de UNESCO para el sector de la Comunicación. Premio Municipal de Literatura 1990 (Caracas). Fundador del Comité por una Radiotelevisión de Servicio Público (RTSP). Doctor 'honoris causa' por las universidades Central de Venezuela y Cecilio Acosta del estado Zulia (Venezuela).
El aporte de Pascuali, sugiere que el ser humano desarrolla la capacidad de comunicar en grado máximo, y que son los únicos entes capaces de presentar comportamientos comunicacionales y sociales de transmitir y recibir intelectual y sensorialmente son los seres racionales, los cuales poseen lo que Pascuali, denominó el "con-saber" de la conciencia de la co-presencia de ambos para que se de la comunicación, que interactúan simétricamente, tratando de acondicionar la voluntad de entendimiento mutuo, es lo que se denomina diálogo. Expresa que no hay comunicación ni relaciones dialécticas de otro tipo con la naturaleza y la materia bruta, en este caso sólo existe una relación monovalente o una relación de información, donde los mensajes emitidos no tendrían retorno mecánico, ya que los participantes presentan un bajo coeficiente de comunicabilidad. De modo, que lo contrario de esta comunicación es la bivalente la cual se entiende que quien transmite puede recibir y quien recibe debe poder transmitir.
Modelo Sociológico de Pascuali:
Antonio Pascuali plantea la relación entre información, comunicación y conocimiento. La comunicación ocurre cuando hay "interacción reciproca entre los dos polos de la estructura relacional (Transmisor-Receptor)" realizando la "ley de bivalencia", en la que todo transmisor puede ser receptor, todo receptor puede ser transmisor. "Es la correspondencia de mensajes con posibilidad de retorno mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad".
Este modelo de perspectiva socio—psicológica diferencia las relaciones de información y las relaciones de conocimiento, de las que el autor denomina relaciones de comunicación. Pascuali, propone un coeficiente de comunicabilidad que permita distinguir entre comunicación e información. Dicho coeficiente se fundamenta en una tipificación y cuantificación de la carga transmisor—receptor.
En esta perspectiva, la comunicación es “el intercambio de mensajes con posibilidades de retorno no mecánico entre polos dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad”. Por información se entendería la “relación que se establece entre polos con bajo coeficiente de comunicabilidad”. La comunicabilidad, entonces, está dada fundamentalmente por la posibilidad de retorno.
El diálogo se sustituye aquí por la alocución, por el camino unidireccional y sin retorno del mensaje. En coherencia con todo ello, propone sustituir el concepto de ‘teoría de la comunicación’ por el ‘teoría de la información’, con una clara distinción entre las vertientes cibernética y antropológica del denominador teórico o conceptual. Para Pascuali, la teoría matemática de la información cobra sentido cuando se reconoce entidad cognitiva al receptor.
Los medios no sólo cosifican al receptor, sino que producen sobre él un efecto paralizante, pues le restringen su posibilidad real de la comunicación, su capacidad de intervención. Entre los medios y la sociedad se da una relación de mutua ‘inmanencia dialéctica’, resultando que el nivel cultural de una sociedad dada está relacionado con el papel que juegan los medios, de modo que cuando el nivel cultural es más bajo el efecto de aquellos sobre la sociedad resulta mayor.
En muchos aspectos, especialmente en su concepción de las ‘industrias culturales’, su crítica a la prevalencia mercantil en los procesos mediáticos, la crítica a las doctrinas funcionalistas norteamericanas, entre otras, el pensamiento de Pascuali está relacionado con la Escuela de Fráncfort, pero, no obstante, al trazar sus argumentos desde la realidad latinoamericana, incorpora las nociones de dependencia, aboga por el desarrollo de políticas nacionales, cree en el uso de los medios como instrumentos de modernización y proyección pedagógica, al tiempo que analiza, con criterios teóricos innovadores, el fenómeno de la acción comunicativa desde vertientes antropológicas, económicas, culturales y políticas.
Ya en sus primeros textos, en los años 60, Pascuali hace aproximaciones a un análisis crítico del emisor, por entender que sus intereses, sus vinculaciones económicas, su ubicación en las estructuras de poder condicionan el mensaje transmitido. Sin duda, una pauta y precedente para muchos de los análisis económicos del sistema de medios en América Latina de la siguiente década. Orienta sus investigaciones hacia el estudio de los medios audiovisuales y relaciona su propiedad y los intereses de los emisores con la producción de contenidos, de modo que esa relación mercantil aparece como una fuerza paralizante de la innovación social y de la creatividad cultural. Para evitar esos efectos perversos, propone el desarrollo de políticas activas que eviten que el contenido de los medios afecte los procesos de modernización y progreso social y que, en todo caso, se antepongan los intereses sociales a los de los "mercaderes en el templo". Televisión y cine deben adquirir un cierto carácter pedagógico, especialmente en las naciones sometidas a dependencias económicas y con retardos en el desarrollo cultural. Adscrito al grupo de académicos en torno a los cuales se discurre el llamado 'pensamiento latinoamericano de la comunicación', su recorrido teórico es de los que mayor personalidad propia tiene y conecta, en gran parte de su obra, con las corrientes internacionales del pensamiento crítico comunicacional de la segunda mitad del siglo XX.
Principales artículos publicados por Antonio Pasquali:
¿Prepara Chávez otro 1962? (abril, 2009). La invertebrada (marzo, 2009). ¿Qué hacer? (agosto, 2008). Carta a chavistas razonables (julio, 2008). ¿Hay Libertad de Expresión en Venezuela? (febrero, 2008). Chávez - FARC: otro boomerang (diciembre, 2007). El animal herido (noviembre, 2007). Irán, el modelo (agosto, 2007). El fundamento militarista (julio, 2007). La lección cubana: el terrorismo de estado (junio, 2007). Cubaven.com (mayo, 2007). El modelo cubano (marzo, 2007). La voz del amo (febrero, 2007). Las comunicaciones del régimen: ¿Un servicio público modelo “Ratelve”? (enero, 2007). “Lo de RCTV es una acción despótica” (noviembre, 2006). Libertad imperfecta o dictadura perfecta (septiembre, 2006). Semiología de la coprolalia chavista (agosto, 2006). Sí es derrotable (julio, 2006). Oposición: ¡levántate y ataca! (junio, 2006). Propaganda, publicidad (mayo, 2006). Teodoro (marzo, 2006). ¿Sociedad de la Información o de la Usura? (febrero, 2006). Invitación a la lucidez (II) (enero, 2006). El discurso chavista: una autodefinición (diciembre, 2005). La economía del régimen(octubre, 2005). Socialismos (septiembre, 2005). A la tercera la vencida (junio, 2001). Comunicaciones y Mercado (mayo, 2001). Comunicaciones y Mercado (febrero, 2001). La comunicación cercenada, (1990). Bienvenido Global Village, (1997). Comunicación y Cultura de Masas, (1990). Comprender la comunicación, (1979). Comprender la Comunicación, (1978). Sociología e comunicaçao, (1973). Comunicación y cultura de masas, (1963) entre otros.
Modelo Lineal de Pasquali:
La comunicación es lineal porque "la comunicación se dirige hacia adelante y al hecho de que no puede hacerse retroceder una palabra ya emitida" DANCE, las conductas observadas y expresadas en el pasado, no se puede transformar en el futuro, si fue una comunicación positiva o negativa, tendrá las mismas características sin evolucionar en el tiempo, porque se consideren la comunicación situándola en el momento donde lo que ya se ha expresado no se puede cambiar.
En los procesos de comunicación humana intervienen diferentes elementos que hacen posibles que la comunicación se ejecute, a través de los órganos eferentes-aferentes de la sensibilidad humana, generando el mensaje y otro ente natural que ejecuta el papel de receptor y de decodificador final en una comunicación directa.
2. Mario Kaplún (1923-1998):
Nació en la Argentina, de padres rusos, de confesión judía, mostró fuertes convicciones dentro de la corriente de la teología para la liberación y se entregó a la educación y la comunicación como expresión de sus creencias de transformación de la realidad latinoamericana. su principal inclinación estaba orientada hacia la radio educativa, comenzó la producción del programa radiofónicos, pero no todo en la vida de Mario era la radio educativa, en los años 40, tradujo el Teatro completo de Antón Chejov (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1950), Seleccionó y transcribió 20 canciones populares rusas para canto y piano (Buenos Aires: Ricordi Americana).

Se exilió a Uruguay en 1952. Convertido al catolicismo. En 1962 comenzó la producción del programa radiofónico Cristianos sin censura, al que siguieron otros de gran popularidad en distintas naciones de América Latina como “El Padre Vicente”, diario de un cura de barrio, emitido entre 1969 y 1973, o Jurado número 13, entre 1971 y 1973. Algunos programas fueron traducidos a lenguas indígenas como el quéchua y el aymara.
En 1978, durante la dictadura militar uruguaya, se exilió a Venezuela. En 1980 ingresó en el Centro de Servicio de la Acción Popular (CESAP), una institución no-gubernamental en cuyo marco organizó la División de Comunicación y Cultura Popular. Desde allí, y junto a Ana, dictó cursos a grupos de base venezolanos sobre comunicación fotográfica, audiovisual y periodística, así como también sobre teatro, aplicando una metodología de capacitación de comunicadores/educadores populares. Al poco tiempo la división puso en marcha los Talleres Latinoamericanos de Comunicación Popular, un proyecto que se sostuvo durante cuatro años y en cuyo seno se formaron más de cien comunicadores/educadores populares de dieciséis países de América Latina. Y en este sentido fue muy significativa fue la fundación de la Escuela Andina de Comunicadores Mario Kaplún, que por iniciativa de grupos egresados de los talleres de comunicación popular de esos años, ocurriera en Mérida a los pocos años, para sorpresa de Mario.
En el marco de estos talleres Mario pudo aplicar formalmente el método de Lectura Crítica que venía ensayando desde hacía un tiempo. El método se sustenta en la idea de que, para potenciar nuevos emisores hay que ejercitar la capacidad crítica en ellos, lo que implica enseñarles a decodificar cultural e ideológicamente los mensajes para que puedan analizarlos y tomar una postura. Paralelamente UNESCO encargó a Mario un estudio de las tendencias y estrategias de comunicación en la educación de adultos latinoamericanos, cuyos resultados fueron publicados en el texto Hacia nuevas estrategias de comunicación en la educación de adultos (Chile, 1983).
Cabe resaltar, que en esta etapa de su vida Mario empezó a viajar más frecuentemente como profesor invitado a diversas universidades de América Latina, además de dictar talleres para Radio Nederland, Training Center y para CIESPAL, en Quito. Y en el ‘85 publicó El Comunicador Popular (Quito, 1985), donde partiendo de los distintos tipos de pedagogías, analiza los modelos comunicacionales que de ellos se desprenden, en lo que el mismo autor denominó "primer intento de construir una pedagogía y una metodología de la comunicación popular". Fue coordinador del área de comunicación del área del Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP), con una intensa labor en pro de la comunicación popular y la educación. En 1985 regreso a Uruguay y participó en la creación la que más tarde sería Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República. Dictó cursos de posgrado en varias facultades de Comunicación de Brasil, Colombia y Venezuela, así como en el Centro Superior de Capacitación en Radio de CIESPAL/Radio Neerlandés de Quito. Frente a los modelos de comunicación unidireccional, Kaplún buscó sentido a la interacción de las audiencias, dotando al receptor de capacidad de diálogo, crítica y constructiva.
Su gran referente continental fue el pedagogo Paulo Freire y de la combinación de las acciones comunicativas y pedagógicas surge la idea de la "educomunicación" y "educomunicador". Autor de de numerosas ediciones pero su pasión, el radioteatro el cual era el género popular del momento. "En ese entonces no hablábamos de comunicación sino que nos comunicábamos", explica el sacerdote jesuita Manuel Olivera, con quien Mario establecería más tarde una relación muy significativa tanto en el plano de su vida personal como profesional. La innovación consistió en poner contenido sustancioso en el radioteatro, sin dejar de lado el carácter entretenido del género.
Cuestionó el modelo de comunicación unidireccional privilegiado por los mass-media, desde el inicio de su carrera, pero no lo hizo teorizando, sino generando procesos que desde los propios medios, potenciaran al destinatario al punto de transformarlo en emisor. Más adelante, haría uso del término "emirec" -del neologismo francés acuñado por Jean Cloutier, "emeréc"- para reforzar la idea de que todo ser humano tiene la condición y aptitud necesaria para ser emisor y receptor en un mismo proceso.
Además del centro Pedro Fabro, el núcleo ideológico fundamental que inspiró el trabajo desarrollado por Kaplún fue Paulo Freire. Las ideas de Freire sobre la educación liberadora o transformadora iluminaron como antorchas los programas radiales y televisivos que Mario y sus colegas empezaban a realizar, así como las actividades de comunicación popular que iniciaron más tarde. Tomar en cuenta estas teorías implicaba crear un mecanismo de trabajo distinto, basado más en preguntas que en respuestas: el énfasis de la comunicación estaba puesto en el proceso mismo, y no en los contenidos o en los efectos.
Por otra parte, favoreció este sistema dialógico y grupal de trabajo la preponderancia de los regímenes militares de América Latina. En esas circunstancias, la única posibilidad que tenían de hablar claro era en los grupos, y a los grupos no se podía ir con conferencias, sino con dinámicas dialógicas. No querían ser el profesor que enseña y el grupo que aprende, querían que cada integrante fuera activo; necesitaban crear líderes.
Por otra parte, Célestin Freinet constituyó también una fuente de inspiración pedagógica temprana para Mario. El maestro francés de educación popular cuestionó en la década del ’20 el modelo de enseñanza memorística y mecánica, mediante el desarrollo de una pedagogía que tomaba en cuenta la realidad socio-económica y cultural del educando y promovía el aprendizaje como construcción colectiva. Cabe señalar que hacia el final de su carrera como educador y comunicador, Mario verificaría su afinidad con las corrientes pedagógicas constructivistas, y más concretamente con el psicólogo suizo Jean Piaget y su idea de aprendizaje como proceso autónomo de descubrimiento personal; con el psicopedagogo estadounidense Jerome Bruner que, inspirado a su vez en Piaget, promovió la idea de aprendizaje como proceso que se construye mediante la exploración y la praxis; y con el psicólogo y lingüista ruso Lev Vygotsky, que profundizó el concepto de aprendizaje como proceso social en tanto el sujeto aprende en la interacción con los otros.
En consecuencia, podemos decir que partiendo de estos núcleos de inspiración fundamentales –El Centro Fabro con Segundo, Freire con su sistema educativo liberador y Freinet con su idea del saber sobre construcción social-, Mario, empezó a sistematizar la educación desde los medios, manteniendo siempre como uno de los ejes fundamentales de su desarrollo la búsqueda religiosa. (Conviene aclarar que "religión" en el caso de Mario Kaplún no es la religión del dogma o el templo, sino de la acción, de la vida).
A finales de los ‘60 Mario Kaplún pudo realizar series de programas radiales para toda América Latina. Empezó por El Padre Vicente –Diario de un cura de barrio (1969-1973), siguió por Jurado No.13 (1971-1973) y, más tarde, hizo Tierra de Muchos. Sin duda, las dos primeras fueron sus más exitosas propuestas de radio educativa. Pero de todos los proyectos radiofónicos, Jurado No.13 obtuvo el mayor éxito. El punto de partida fue el primer premio ganado en un concurso organizado por la fundación Humanum. Producciones SERPAL de Múnich, se entusiasmó con la idea y propuso a Mario -y a su compañera y colega Ana- viajar por América Latina para documentar las diversas realidades del continente; ese registro sería la materia prima del programa. La serie, que incluía veinte temas repartidos en sesenta programas, acabó siendo emitida en más de seiscientas emisoras y traducida a varias lenguas; en algunos países fue incluso estrenada muchos años después de su realización y en otros fue repuesta varias veces. En 1973, ganó el premio mundial UNDA-Sevilla y el Tulipán de Plata del certamen "Kom Over de Brug" (holandés) para producciones del tercer mundo. Mario Kaplún se convirtió en el único comunicador radiofónico que tuvo sus radioteatros en toda América Latina.
Con la producción de El Padre Vicente y Jurado No.13, Mario rompe con los esquemas convencionales y demuestra que se puede aplicar el pensamiento educativo de Paulo Freire -la educación liberadora- a los programas de radio. Programas que aun en estos tiempos no han sido superados todavía por otros radialistas. Al tiempo que documentaba las realidades de los diversos países para Jurado No.13, Mario inició su primer proyecto formal de investigación, con el apoyo de SERPAL y su red de colaboradores.
Simultáneamente, la inquietud por volver emisores a los receptores de mensajes llevó a Mario, a diseñar y aplicar en el año 1977, el método Casete-Foro, un "programa de investigación-acción", cuyo objetivo principal era hacer del proceso comunicacional un diálogo intergrupal, un proceso real de ida y vuelta, y volver a los receptores más críticos y participativos. El modelo permitía al destinatario no sólo recibir el mensaje sino también responder y dialogar, e implicaba además una dimensión de intercambio intergrupal que favorecía la condición de co-emisores de todos los participantes: El grupo recibía material sobre un tema puntual en un lado de la cinta; en el otro lado grababa su propio aporte; al final recibía una nueva grabación con la síntesis de los aportes de todos los grupos. La primera experimentación fue hecha con agricultores uruguayos. Estas prácticas con grupos populares permitieron a Mario diseñar también el método Lectura Crítica de Medios, que aplicaría formalmente más adelante.
Así mismo publicó, producción de programas de radio: el guión, la realización (Venezuela, 1978), un texto que aborda de manera exhaustiva el proceso de producción de mensajes radiofónicos en los diversos formatos, con la particularidad de presentar al comunicador radiofónico como un educador no-formal con una gran responsabilidad en los procesos de desarrollo. El texto focaliza no solo el cómo hacer radio, sino también el para qué, en el marco de una pedagogía del medio radial que resalta la potencialidad educativa del medio.
Kaplún refiere al concepto "comunicación" retomando sus dimensiones más primarias: parte de su raíz latina -"communis"- y propone recuperar el sentido más original, el que implica intercambio, diálogo, reciprocidad. "Definir qué entendemos por comunicación, equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir.
En esta etapa de su vida con base en Uruguay Mario no dejó de desarrollar actividades a nivel latinoamericano; entre otras, coordinó el Programa Latinoamericano de Comunicación Popular del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL) y fundó el boletín latinoamericano de comunicación popular: Pregonero. En 1987 realizó un estudio sobre la democratización de las comunicaciones en la perspectiva del año 2000, para UNESCO, que tomó por eje las condiciones socio-culturales de la recepción.
En 1990, llevó a cabo un estudio de casos de veinte programas de varios países latinoamericanos, cuyo resultado fue publicado más tarde bajo el título "A la educación por la comunicación: La práctica de la Comunicación Educativa" (Santiago de Chile: 1992). Allí propone pensar la educación desde la óptica de la comunicación -refiere a una "educación comunicante"-, articulando las teorías del aprendizaje a los procesos y modelos comunicacionales. Retoma el pensamiento de Freinet e insiste en el carácter social del saber. Y a partir del relato de sus propias experiencias, propone estrategias de uso de los medios masivos en favor de la educación de adultos, y en especial de grupos marginales.
Para concluir dejo esta reflexión, quien trabaja en el mundo de la radio, sin duda alguna, ha escuchado hablar de Mario Kaplún, aquel uruguayo creador de Jurado Número 13, América Latina recuerda y ama a Mario Kaplún por este programa o por Cristianos en Búsqueda, también por su inmenso aporte a la historia de la radiodifusión y otras tantas series radiofónicas de décadas pasadas, así como a través de sus libros y enseñanzas.
3. Armand Mattelart (1936- ):
Sociólogo belga, nacido en 1936 que, al servicio de la Iglesia católica y de la Francia, vivió en Chile entre 1962 y 1973, convirtiéndose después en uno de los ideólogos franceses con más predicamento entre las izquierdas extravagantes de los países de lengua española. Tras una infancia señalada por la Segunda Guerra Mundial, y por el posterior internado en un colegio religioso, donde adquiere conciencia del fenómeno misionero y de los movimientos de la juventud católica vinculados a los problemas de los países pobres. Al concluir sus estudios, viaja a Bretaña para unirse a una comunidad de monjes seculares, que deja un año después para estudiar en la Universidad Católica de Lovaina, donde cursa derecho y ciencia política. Con posterioridad se traslada a París, donde estudia en el Instituto de Estudios Demográficos que funda Alfred Sauvy, padre del concepto 'tercer mundo'.
En 1962, en la universidad parisina, conoce a Michéle, su compañera sentimental e intelectual, con la que contrae matrimonio un año después. Al concluir sus estudios, recibe un nombramiento como experto del Vaticano en políticas de población, en un momento de interés sobre los problemas demográficos, presentes en la agenda de la Alianza para el Progreso del presidente norteamericano John F. Kennedy, que defendía la limitación de nacimientos. En 1962, viaja a Chile, destino que elige por su estabilidad y su estructura académica, pero allí se rebela contra los modelos de planificación familiar que estaban aplicando fundaciones como la Ford o la Rockefeller. Esto le lleva a reflexionar sobre las estrategias de comunicación para difundir la innovación, iniciando así, desde la demografía, una aproximación progresiva al estudio de la comunicación. Es en 1967, cuando los movimientos estudiantiles cobran una importancia excepcional en el país, en pleno gobierno Frei, abandona las juventudes católicas. Las protestas, que preceden al mayo francés del 68, fueron descalificadas desde el diario conservador El Mercurio, uno de los poderes fácticos del país. Esta circunstancia lleva a Mattelart a desarrollar su primer estudio en el campo de la comunicación, centrado en la estructura, estrategia constructiva y contenidos del diario de Santiago. Dejar la Universidad Católica para participar en la fundación de un Centro de Estudios de la Realidad Nacional de Jacques Chonchol, que será después ministro de Agricultura con Salvador Allende. Aunque no milita en ningún partido político, queda marcado por la revolución cubana, la muerte del 'Che' Guevara y el proyecto de Allende, en el que participó activamente, intentando pasar del plano teórico de las ideas a la acción transformadora desde la comunicación.
En los Cuadernos de la Realidad Nacional, con fuerte influencia del estructuralismo, aborda diferentes aproximaciones a la comunicación en torno a la cultura de masas. En 1972, publica, junto a Ariel Dorffman, el libro Para leer el pato Donald, que se convierte en un best-seller crítico y que es censurado en EEUU. Le siguen otros títulos sobre el poder transnacional de las multinacionales y la cultura de masas. Tras el golpe militar de Augusto Pinochet, regresa a Francia, pero la experiencia chilena habrá marcado de forma determinante su vida y su pensamiento. Trabaja en la película La espiral (1974), dedicada a la trama internacional que condujo a la caída de Allende, pero después va a atravesar un período difícil al verse en cesantía. Profesor invitado en la universidad parisina, se mantiene en esta situación durante cuatro años. Los sectores conservadores rechazan la renovación de su plaza y denuncian el matiz político de su colaboración con la UNESCO en el período del nuevo orden mundial de la información y la comunicación (NOMIC). Tras la llegada de Mitterrand al poder se amplió la dotación de profesorado universitario, lo que facilitó el acceso de Mattelart a una cátedra en la Universidad de París VIII, donde centra su actividad académica, con una creciente proyección internacional, especialmente en América Latina y España, donde su prestigio es extraordinario Doctor 'honoris causa' por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey (México). Armand Mattelart encabeza el comité científico de Infoamérica.
Principales publicados por Armand Mattelart:
Tiene en su haber numerosas publicaciones en español y portugués algunas de las cuales son: Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal (con Michéle Mattelart y Mabel Piccini), Cuadernos de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, 1970; Comunicación masiva y revolución socialista (con Patricio Biedma y Santiago Funes), Diógenes, México DF, 1971; La ideología de la dominación en una sociedad dependiente (con Carmen y Leonardo Castillo), Signos, Buenos Aires, 1970; Para leer al Pato Donald (con Ariel Dorfman), Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1972; Agresión desde el espacio. Cultura y napalm en la era de los satélites, Siglo XXI, México, 1972; La comunicación masiva en el proceso de liberación, Siglo XXI, México, 1973; Imperialismos y medios masivos de comunicación (con Ariel Dorfman y otros), Quinto Sol, México, s.d. [1973?]: La cultura como empresa multinacional, Era, México, 1974; Multinacionales y sistemas de comunicación, Siglo XXI, México, 1977;Frentes culturales y movilización de masas (con Michéle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1977; La cultura de la opresión femenina, Era, México, 1977; Comunicación e ideologías de la seguridad (con Michéle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1978; Los medios de comunicación en tiempos de crisis (con Michéle Mattelart), Siglo XXI, México, 1980; La televisión alternativa (con J.-M. Piemme), Anagrama, Barcelona, 1981; Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (ed.), Era, México, 1981); América Latina en la encrucijada telemática (Héctor Schmucler), Paidós, Buenos Aires, 1983; Tecnología, Cultura y Comunicación (con Y. Stourdzé), Mitre, Barcelona, 1984; ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional (con Michéle Mattelart y X. Delcourt), Mitre, Barcelona, 1984; Pensar sobre los medios (con Michéle Mattelart), Fundesco, Madrid, 1987; La Internacional publicitaria, Fundesco, Madrid, 1989; La publicidad, Paidós, Barcelona, 1991; La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias, Fundesco, Madrid, 1994; Historia de las teorías de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1997; La mundialización de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1998; Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global, Paidós, Barcelona, 2000; Historia de la sociedad de la información, Paidós, Barcelona, 2002; Introducción a los estudios culturales (con Érik Neveu), Paidós, Barcelona, 2004; Diversidad cultural y mundialización, Paidós, Barcelona, 2006.
La obra de Armand Mattelart en torno a la comunicación viene determinada por su experiencia chilena, allí comenzó su carrera universitaria en la Escuela de Sociología de la Universidad Católica de Chile, con sede en Santiago. Trabajó como demógrafo sobre la crítica a las políticas de control de la natalidad formuladas en el marco del programa Alianza para el Progreso del presidente de EEUU John F. Kennedy. En 1965, participó en varias reuniones como experto de una Comisión nombrada por el Vaticano sobre el tema. A partir de 1967 comenzó a trabajar para las Naciones Unidas como experto en desarrollo social y se dedicó al estudio de los medios de comunicación de masas. Con tal propósito, constituyó un grupo de investigación con Michéle Mattelart y Mabel Piccini en el Centro de estudios de la realidad nacional (CEREN), recién creada en la Universidad católica de Chile. Con el triunfo electoral de Salvador Allende, se dedicó al desarrollo de políticas de comunicación en ese país.
Junto a Michéle publica un primer trabajo: La mujer chilena en la sociedad de cambio. La posición del diario conservador El Mercurio ante los procesos de transformación social le lleva a su primer trabajo directamente relacionado con la comunicación. En 1972, destaca la publicación del libro Para leer al Pato Donald, escrito con Ariel Dorfman, sobre los mecanismos constructivos de modelos de pensamiento en el imaginario infantil, que alcanzó un extraordinario éxito. Poco después publica Agresión desde el espacio, que surge de la percepción creciente del poder transnacional de la comunicación en un mundo cada vez más interconectado. La orientación de este libro va a definir una serie de obras de Mattelart que se suceden hasta la publicación, en 1986, de Penser les médias (La Découverte, 1986), en las que el estudio económico de la comunicación -aproximándose al fenómeno de las multinacionales- y el determinismo tecnológico constituyen núcleos fundamentales.
La influencia de las nuevas soluciones tecnológicas en el conjunto de las industrias culturales y en la reestructuración global de la sociedad se prolongan hasta América Latina en la encrucijada telemática (1983), texto escrito con Héctor Schmucler, y aflora asimismo en Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (1980) como "lecciones del mundo periférico para uso de los países europeos" o Televisión: enjeux sans frontiéres, junto a J.-M.Piemme ` [en español, La televisión alternativa (1981)]. Ya en Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal, Armand Mattelart plantea una crítica sistemática a la 'communication research' estadounidense. Sus referentes de las sociedades dependientes y el efecto de la transnacionalización de la cultura abonan ese cuestionamiento y otros posteriores. En Tecnología, cultura y comunicación, junto a Yves Stourdzé, denuncia las enormes carencias de la investigación en Francia acerca de estos campos, y en ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional, escrito con Michéle y Xavier Delcourt, aborda la televisión transnacional que define las líneas claves de la cultura de la época. Sobre este punto había publicado varios trabajos de gran interés en sus primeros libros, como Agresión desde el espacio o Multinacionales y sistemas de comunicación, cuyo capítulo quinto, 'Las series de tele-educación norteamericana: calle de un solo sentido' plantea la presencia de funcionarios del Gobierno y de las multinacionales en los consejos directivos de los que nacen 'Barrio Sésamo' y 'The Electric Company', toda vez que su objetivo, no ocultado, es modificar la educación tradicional, transnacionalizar los valores de la cultura de masas y marcar una forma de consumir el tiempo libre; pero los países dependientes de estas series ahondan con ello en su desventaja con respecto a EEUU al estar financiando sus reformas educativas comprándoles las series de tele-educación.
Finalmente el punto de inflexión de Pensar sobre los medios le sirve para revisar, finalmente, la investigación teórica en torno a la comunicación, con sus determinismos, tendencias y modas, contaminaciones y enfrentamientos. Mattelart reivindica la importancia de la reflexión epistemológica frente a los neopositivismos y la seducción tecnológica; y al proponer nuevas formas de investigación y pensamiento, establece la perspectiva para situar las rupturas y continuidades de un tiempo en el que los paradigmas han entrado en crisis y en el que han sufrido profundos cambios las relaciones de la clase intelectual con la producción cultural de masas. Unos años después, en 1996, publica, junto a Michéle Mattelart, una Historia de las teorías de la comunicación.
A principio de los noventa, con La Internacional Publicitariay, más tarde, La Publicidad, plantea el creciente relieve adquirido por una publicidad que ya no se limita al spotsino que se extiende a toda la toma de decisiones al ser un elemento determinante de los sistemas de comunicación, y por tanto en la transnacionalización de éstos. El sector de la publicidad se convierte en uno de los interlocutores poderosos en el entorno de la comunicación y de ahí la expansión transfronteriza desde Estados Unidos. Este enfoque se complementará con La mundialización de la comunicación (1996) donde analiza cómo las redes de comunicación están reconfigurando el orden mundial de modo que la globalización -él prefiere el término latino mundialización- está asociada a sus flujos. La internacionalización de raíz decimonónica, sin embargo, ha quedado cada vez más vinculada al plano económico provocando un creciente desfase entre la razón mercantil y las culturas.
Durante el último decenio del siglo XX, Armand Mattelart publica una trilogía de amplia perspectiva, extraordinario alcance enciclopédico y una desacostumbrada profundidad intelectual -La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias (1993), La Invención de la Comunicación (1994) e Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global (1999)- en la cual revisa cómo se han sucedido los proyectos e ideas internacionalistas o mundializadores, desde las comunicaciones, la religión, el imperialismo, el cosmopolitismo, la Sociedad de Naciones o la cultura de masas, sobre todo con las utopías del XVIII y el XIX orientadas a una perfecta comunicación social como imaginario fundamental de los tiempos modernos. Ya en el presente siglo, aborda una de sus preocupaciones frente al debilitamiento de la reflexión crítica y el progresivo sometimiento de la investigación en comunicación a los intereses industriales. Con Erik Neveu publica Introducción a los estudios culturales (2004), un texto crítico sobre las derivas de los estudios culturales. También destaca la profundización del pensamiento del autor en el ámbito de la diversidad cultural, como nueva faceta argumental del pensamiento crítico frente a los procesos de globalización de matriz estandarizadora y exclusivamente mercantilista, como se advierte en Diversidad cultural y mundialización (2006).
Su última obra, aparecida en septiembre de 2007, La globalisation de la surveillance. Aux origines de l'ordre securitaire (Paris, La découverte), aborda las nuevas orientaciones surgidas después del 11-S relativas a un orden seguro, independiente de las matrices que dan sustento a los valores de la cultura democrática.
Actualmente es Profesor catedrático en Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad de Paris VIII (Vincennes-Saint Denis). Ha mantenido estrechos contactos con varios centros sociales y universidades de Latinoamérica adonde viaja frecuentemente. La mayoría de sus libros ha sido traducida al castellano.
4. Jesús Martín-Barbero (1937-):
1. Antonio Pasquali (1929- )
2. Mario Kaplún (1923-1998)
3. Armand Mattelart (1936- )
4. Jesús Martín-Barbero (1937-)
5. Néstor García-Canclini (1939-)
6. Migdalia Pineda de Alcazar
7. Referencias Bibliográficas
Antes de iniciar esta investigación, objeto de este estudio y partiendo de un enfoque enmarcado en un contexto latinoamericano, podemos hablar de las corrientes teóricas clásicas de la comunicación que han explicado los procesos de comunicación, a través de los medios tradicionales (prensa, radio, televisión y cine), desde la década de los años veinte hasta mediados de los años ochenta y posterior propuesta relacionadas con los medios telemáticos, hasta la actualidad.
El conjunto de investigaciones que se han realizado a lo lago de los años, considera que las crisis de las teorías dominantes en el campo de la comunicación social se hacen evidentes al observar como sus modelos, conceptos y nociones no están adaptados para abordar los cambios ocurridos en los últimos años en las comunicaciones en general, especialmente los vinculados con los modos diversos de información y comunicación, a través de los medios telemáticos interactivos.
A continuación los principales expones latinoamericanos de las corrientes clásicas de la comunicación:
1. Antonio Pasquali (1929- ):
Nació en Venezuela, realizó estudios de Filosofía en la Universidad Central de Caracas, doctorándose en filosofía en La Sorbona de París (1957). Amplió estudios en las universidades de Oxford y Florencia. Catedrático de filosofía moral y comunicación social en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, en la Facultad de Humanidades y Educación, orientó su acción investigadora y formativa hacia el fenómeno de la comunicación y de los medios.

El aporte de Pascuali, sugiere que el ser humano desarrolla la capacidad de comunicar en grado máximo, y que son los únicos entes capaces de presentar comportamientos comunicacionales y sociales de transmitir y recibir intelectual y sensorialmente son los seres racionales, los cuales poseen lo que Pascuali, denominó el "con-saber" de la conciencia de la co-presencia de ambos para que se de la comunicación, que interactúan simétricamente, tratando de acondicionar la voluntad de entendimiento mutuo, es lo que se denomina diálogo. Expresa que no hay comunicación ni relaciones dialécticas de otro tipo con la naturaleza y la materia bruta, en este caso sólo existe una relación monovalente o una relación de información, donde los mensajes emitidos no tendrían retorno mecánico, ya que los participantes presentan un bajo coeficiente de comunicabilidad. De modo, que lo contrario de esta comunicación es la bivalente la cual se entiende que quien transmite puede recibir y quien recibe debe poder transmitir.
Modelo Sociológico de Pascuali:
Antonio Pascuali plantea la relación entre información, comunicación y conocimiento. La comunicación ocurre cuando hay "interacción reciproca entre los dos polos de la estructura relacional (Transmisor-Receptor)" realizando la "ley de bivalencia", en la que todo transmisor puede ser receptor, todo receptor puede ser transmisor. "Es la correspondencia de mensajes con posibilidad de retorno mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad".
Este modelo de perspectiva socio—psicológica diferencia las relaciones de información y las relaciones de conocimiento, de las que el autor denomina relaciones de comunicación. Pascuali, propone un coeficiente de comunicabilidad que permita distinguir entre comunicación e información. Dicho coeficiente se fundamenta en una tipificación y cuantificación de la carga transmisor—receptor.
En esta perspectiva, la comunicación es “el intercambio de mensajes con posibilidades de retorno no mecánico entre polos dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad”. Por información se entendería la “relación que se establece entre polos con bajo coeficiente de comunicabilidad”. La comunicabilidad, entonces, está dada fundamentalmente por la posibilidad de retorno.
El diálogo se sustituye aquí por la alocución, por el camino unidireccional y sin retorno del mensaje. En coherencia con todo ello, propone sustituir el concepto de ‘teoría de la comunicación’ por el ‘teoría de la información’, con una clara distinción entre las vertientes cibernética y antropológica del denominador teórico o conceptual. Para Pascuali, la teoría matemática de la información cobra sentido cuando se reconoce entidad cognitiva al receptor.

Los medios no sólo cosifican al receptor, sino que producen sobre él un efecto paralizante, pues le restringen su posibilidad real de la comunicación, su capacidad de intervención. Entre los medios y la sociedad se da una relación de mutua ‘inmanencia dialéctica’, resultando que el nivel cultural de una sociedad dada está relacionado con el papel que juegan los medios, de modo que cuando el nivel cultural es más bajo el efecto de aquellos sobre la sociedad resulta mayor.
En muchos aspectos, especialmente en su concepción de las ‘industrias culturales’, su crítica a la prevalencia mercantil en los procesos mediáticos, la crítica a las doctrinas funcionalistas norteamericanas, entre otras, el pensamiento de Pascuali está relacionado con la Escuela de Fráncfort, pero, no obstante, al trazar sus argumentos desde la realidad latinoamericana, incorpora las nociones de dependencia, aboga por el desarrollo de políticas nacionales, cree en el uso de los medios como instrumentos de modernización y proyección pedagógica, al tiempo que analiza, con criterios teóricos innovadores, el fenómeno de la acción comunicativa desde vertientes antropológicas, económicas, culturales y políticas.
Ya en sus primeros textos, en los años 60, Pascuali hace aproximaciones a un análisis crítico del emisor, por entender que sus intereses, sus vinculaciones económicas, su ubicación en las estructuras de poder condicionan el mensaje transmitido. Sin duda, una pauta y precedente para muchos de los análisis económicos del sistema de medios en América Latina de la siguiente década. Orienta sus investigaciones hacia el estudio de los medios audiovisuales y relaciona su propiedad y los intereses de los emisores con la producción de contenidos, de modo que esa relación mercantil aparece como una fuerza paralizante de la innovación social y de la creatividad cultural. Para evitar esos efectos perversos, propone el desarrollo de políticas activas que eviten que el contenido de los medios afecte los procesos de modernización y progreso social y que, en todo caso, se antepongan los intereses sociales a los de los "mercaderes en el templo". Televisión y cine deben adquirir un cierto carácter pedagógico, especialmente en las naciones sometidas a dependencias económicas y con retardos en el desarrollo cultural. Adscrito al grupo de académicos en torno a los cuales se discurre el llamado 'pensamiento latinoamericano de la comunicación', su recorrido teórico es de los que mayor personalidad propia tiene y conecta, en gran parte de su obra, con las corrientes internacionales del pensamiento crítico comunicacional de la segunda mitad del siglo XX.
Principales artículos publicados por Antonio Pasquali:
¿Prepara Chávez otro 1962? (abril, 2009). La invertebrada (marzo, 2009). ¿Qué hacer? (agosto, 2008). Carta a chavistas razonables (julio, 2008). ¿Hay Libertad de Expresión en Venezuela? (febrero, 2008). Chávez - FARC: otro boomerang (diciembre, 2007). El animal herido (noviembre, 2007). Irán, el modelo (agosto, 2007). El fundamento militarista (julio, 2007). La lección cubana: el terrorismo de estado (junio, 2007). Cubaven.com (mayo, 2007). El modelo cubano (marzo, 2007). La voz del amo (febrero, 2007). Las comunicaciones del régimen: ¿Un servicio público modelo “Ratelve”? (enero, 2007). “Lo de RCTV es una acción despótica” (noviembre, 2006). Libertad imperfecta o dictadura perfecta (septiembre, 2006). Semiología de la coprolalia chavista (agosto, 2006). Sí es derrotable (julio, 2006). Oposición: ¡levántate y ataca! (junio, 2006). Propaganda, publicidad (mayo, 2006). Teodoro (marzo, 2006). ¿Sociedad de la Información o de la Usura? (febrero, 2006). Invitación a la lucidez (II) (enero, 2006). El discurso chavista: una autodefinición (diciembre, 2005). La economía del régimen(octubre, 2005). Socialismos (septiembre, 2005). A la tercera la vencida (junio, 2001). Comunicaciones y Mercado (mayo, 2001). Comunicaciones y Mercado (febrero, 2001). La comunicación cercenada, (1990). Bienvenido Global Village, (1997). Comunicación y Cultura de Masas, (1990). Comprender la comunicación, (1979). Comprender la Comunicación, (1978). Sociología e comunicaçao, (1973). Comunicación y cultura de masas, (1963) entre otros.
Modelo Lineal de Pasquali:
La comunicación es lineal porque "la comunicación se dirige hacia adelante y al hecho de que no puede hacerse retroceder una palabra ya emitida" DANCE, las conductas observadas y expresadas en el pasado, no se puede transformar en el futuro, si fue una comunicación positiva o negativa, tendrá las mismas características sin evolucionar en el tiempo, porque se consideren la comunicación situándola en el momento donde lo que ya se ha expresado no se puede cambiar.
En los procesos de comunicación humana intervienen diferentes elementos que hacen posibles que la comunicación se ejecute, a través de los órganos eferentes-aferentes de la sensibilidad humana, generando el mensaje y otro ente natural que ejecuta el papel de receptor y de decodificador final en una comunicación directa.
2. Mario Kaplún (1923-1998):
Nació en la Argentina, de padres rusos, de confesión judía, mostró fuertes convicciones dentro de la corriente de la teología para la liberación y se entregó a la educación y la comunicación como expresión de sus creencias de transformación de la realidad latinoamericana. su principal inclinación estaba orientada hacia la radio educativa, comenzó la producción del programa radiofónicos, pero no todo en la vida de Mario era la radio educativa, en los años 40, tradujo el Teatro completo de Antón Chejov (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1950), Seleccionó y transcribió 20 canciones populares rusas para canto y piano (Buenos Aires: Ricordi Americana).

Se exilió a Uruguay en 1952. Convertido al catolicismo. En 1962 comenzó la producción del programa radiofónico Cristianos sin censura, al que siguieron otros de gran popularidad en distintas naciones de América Latina como “El Padre Vicente”, diario de un cura de barrio, emitido entre 1969 y 1973, o Jurado número 13, entre 1971 y 1973. Algunos programas fueron traducidos a lenguas indígenas como el quéchua y el aymara.
En 1978, durante la dictadura militar uruguaya, se exilió a Venezuela. En 1980 ingresó en el Centro de Servicio de la Acción Popular (CESAP), una institución no-gubernamental en cuyo marco organizó la División de Comunicación y Cultura Popular. Desde allí, y junto a Ana, dictó cursos a grupos de base venezolanos sobre comunicación fotográfica, audiovisual y periodística, así como también sobre teatro, aplicando una metodología de capacitación de comunicadores/educadores populares. Al poco tiempo la división puso en marcha los Talleres Latinoamericanos de Comunicación Popular, un proyecto que se sostuvo durante cuatro años y en cuyo seno se formaron más de cien comunicadores/educadores populares de dieciséis países de América Latina. Y en este sentido fue muy significativa fue la fundación de la Escuela Andina de Comunicadores Mario Kaplún, que por iniciativa de grupos egresados de los talleres de comunicación popular de esos años, ocurriera en Mérida a los pocos años, para sorpresa de Mario.
En el marco de estos talleres Mario pudo aplicar formalmente el método de Lectura Crítica que venía ensayando desde hacía un tiempo. El método se sustenta en la idea de que, para potenciar nuevos emisores hay que ejercitar la capacidad crítica en ellos, lo que implica enseñarles a decodificar cultural e ideológicamente los mensajes para que puedan analizarlos y tomar una postura. Paralelamente UNESCO encargó a Mario un estudio de las tendencias y estrategias de comunicación en la educación de adultos latinoamericanos, cuyos resultados fueron publicados en el texto Hacia nuevas estrategias de comunicación en la educación de adultos (Chile, 1983).
Cabe resaltar, que en esta etapa de su vida Mario empezó a viajar más frecuentemente como profesor invitado a diversas universidades de América Latina, además de dictar talleres para Radio Nederland, Training Center y para CIESPAL, en Quito. Y en el ‘85 publicó El Comunicador Popular (Quito, 1985), donde partiendo de los distintos tipos de pedagogías, analiza los modelos comunicacionales que de ellos se desprenden, en lo que el mismo autor denominó "primer intento de construir una pedagogía y una metodología de la comunicación popular". Fue coordinador del área de comunicación del área del Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP), con una intensa labor en pro de la comunicación popular y la educación. En 1985 regreso a Uruguay y participó en la creación la que más tarde sería Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República. Dictó cursos de posgrado en varias facultades de Comunicación de Brasil, Colombia y Venezuela, así como en el Centro Superior de Capacitación en Radio de CIESPAL/Radio Neerlandés de Quito. Frente a los modelos de comunicación unidireccional, Kaplún buscó sentido a la interacción de las audiencias, dotando al receptor de capacidad de diálogo, crítica y constructiva.
Su gran referente continental fue el pedagogo Paulo Freire y de la combinación de las acciones comunicativas y pedagógicas surge la idea de la "educomunicación" y "educomunicador". Autor de de numerosas ediciones pero su pasión, el radioteatro el cual era el género popular del momento. "En ese entonces no hablábamos de comunicación sino que nos comunicábamos", explica el sacerdote jesuita Manuel Olivera, con quien Mario establecería más tarde una relación muy significativa tanto en el plano de su vida personal como profesional. La innovación consistió en poner contenido sustancioso en el radioteatro, sin dejar de lado el carácter entretenido del género.
Cuestionó el modelo de comunicación unidireccional privilegiado por los mass-media, desde el inicio de su carrera, pero no lo hizo teorizando, sino generando procesos que desde los propios medios, potenciaran al destinatario al punto de transformarlo en emisor. Más adelante, haría uso del término "emirec" -del neologismo francés acuñado por Jean Cloutier, "emeréc"- para reforzar la idea de que todo ser humano tiene la condición y aptitud necesaria para ser emisor y receptor en un mismo proceso.
Además del centro Pedro Fabro, el núcleo ideológico fundamental que inspiró el trabajo desarrollado por Kaplún fue Paulo Freire. Las ideas de Freire sobre la educación liberadora o transformadora iluminaron como antorchas los programas radiales y televisivos que Mario y sus colegas empezaban a realizar, así como las actividades de comunicación popular que iniciaron más tarde. Tomar en cuenta estas teorías implicaba crear un mecanismo de trabajo distinto, basado más en preguntas que en respuestas: el énfasis de la comunicación estaba puesto en el proceso mismo, y no en los contenidos o en los efectos.
Por otra parte, favoreció este sistema dialógico y grupal de trabajo la preponderancia de los regímenes militares de América Latina. En esas circunstancias, la única posibilidad que tenían de hablar claro era en los grupos, y a los grupos no se podía ir con conferencias, sino con dinámicas dialógicas. No querían ser el profesor que enseña y el grupo que aprende, querían que cada integrante fuera activo; necesitaban crear líderes.
Por otra parte, Célestin Freinet constituyó también una fuente de inspiración pedagógica temprana para Mario. El maestro francés de educación popular cuestionó en la década del ’20 el modelo de enseñanza memorística y mecánica, mediante el desarrollo de una pedagogía que tomaba en cuenta la realidad socio-económica y cultural del educando y promovía el aprendizaje como construcción colectiva. Cabe señalar que hacia el final de su carrera como educador y comunicador, Mario verificaría su afinidad con las corrientes pedagógicas constructivistas, y más concretamente con el psicólogo suizo Jean Piaget y su idea de aprendizaje como proceso autónomo de descubrimiento personal; con el psicopedagogo estadounidense Jerome Bruner que, inspirado a su vez en Piaget, promovió la idea de aprendizaje como proceso que se construye mediante la exploración y la praxis; y con el psicólogo y lingüista ruso Lev Vygotsky, que profundizó el concepto de aprendizaje como proceso social en tanto el sujeto aprende en la interacción con los otros.
En consecuencia, podemos decir que partiendo de estos núcleos de inspiración fundamentales –El Centro Fabro con Segundo, Freire con su sistema educativo liberador y Freinet con su idea del saber sobre construcción social-, Mario, empezó a sistematizar la educación desde los medios, manteniendo siempre como uno de los ejes fundamentales de su desarrollo la búsqueda religiosa. (Conviene aclarar que "religión" en el caso de Mario Kaplún no es la religión del dogma o el templo, sino de la acción, de la vida).
A finales de los ‘60 Mario Kaplún pudo realizar series de programas radiales para toda América Latina. Empezó por El Padre Vicente –Diario de un cura de barrio (1969-1973), siguió por Jurado No.13 (1971-1973) y, más tarde, hizo Tierra de Muchos. Sin duda, las dos primeras fueron sus más exitosas propuestas de radio educativa. Pero de todos los proyectos radiofónicos, Jurado No.13 obtuvo el mayor éxito. El punto de partida fue el primer premio ganado en un concurso organizado por la fundación Humanum. Producciones SERPAL de Múnich, se entusiasmó con la idea y propuso a Mario -y a su compañera y colega Ana- viajar por América Latina para documentar las diversas realidades del continente; ese registro sería la materia prima del programa. La serie, que incluía veinte temas repartidos en sesenta programas, acabó siendo emitida en más de seiscientas emisoras y traducida a varias lenguas; en algunos países fue incluso estrenada muchos años después de su realización y en otros fue repuesta varias veces. En 1973, ganó el premio mundial UNDA-Sevilla y el Tulipán de Plata del certamen "Kom Over de Brug" (holandés) para producciones del tercer mundo. Mario Kaplún se convirtió en el único comunicador radiofónico que tuvo sus radioteatros en toda América Latina.
Con la producción de El Padre Vicente y Jurado No.13, Mario rompe con los esquemas convencionales y demuestra que se puede aplicar el pensamiento educativo de Paulo Freire -la educación liberadora- a los programas de radio. Programas que aun en estos tiempos no han sido superados todavía por otros radialistas. Al tiempo que documentaba las realidades de los diversos países para Jurado No.13, Mario inició su primer proyecto formal de investigación, con el apoyo de SERPAL y su red de colaboradores.
Simultáneamente, la inquietud por volver emisores a los receptores de mensajes llevó a Mario, a diseñar y aplicar en el año 1977, el método Casete-Foro, un "programa de investigación-acción", cuyo objetivo principal era hacer del proceso comunicacional un diálogo intergrupal, un proceso real de ida y vuelta, y volver a los receptores más críticos y participativos. El modelo permitía al destinatario no sólo recibir el mensaje sino también responder y dialogar, e implicaba además una dimensión de intercambio intergrupal que favorecía la condición de co-emisores de todos los participantes: El grupo recibía material sobre un tema puntual en un lado de la cinta; en el otro lado grababa su propio aporte; al final recibía una nueva grabación con la síntesis de los aportes de todos los grupos. La primera experimentación fue hecha con agricultores uruguayos. Estas prácticas con grupos populares permitieron a Mario diseñar también el método Lectura Crítica de Medios, que aplicaría formalmente más adelante.
Así mismo publicó, producción de programas de radio: el guión, la realización (Venezuela, 1978), un texto que aborda de manera exhaustiva el proceso de producción de mensajes radiofónicos en los diversos formatos, con la particularidad de presentar al comunicador radiofónico como un educador no-formal con una gran responsabilidad en los procesos de desarrollo. El texto focaliza no solo el cómo hacer radio, sino también el para qué, en el marco de una pedagogía del medio radial que resalta la potencialidad educativa del medio.
Kaplún refiere al concepto "comunicación" retomando sus dimensiones más primarias: parte de su raíz latina -"communis"- y propone recuperar el sentido más original, el que implica intercambio, diálogo, reciprocidad. "Definir qué entendemos por comunicación, equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir.
En esta etapa de su vida con base en Uruguay Mario no dejó de desarrollar actividades a nivel latinoamericano; entre otras, coordinó el Programa Latinoamericano de Comunicación Popular del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL) y fundó el boletín latinoamericano de comunicación popular: Pregonero. En 1987 realizó un estudio sobre la democratización de las comunicaciones en la perspectiva del año 2000, para UNESCO, que tomó por eje las condiciones socio-culturales de la recepción.
En 1990, llevó a cabo un estudio de casos de veinte programas de varios países latinoamericanos, cuyo resultado fue publicado más tarde bajo el título "A la educación por la comunicación: La práctica de la Comunicación Educativa" (Santiago de Chile: 1992). Allí propone pensar la educación desde la óptica de la comunicación -refiere a una "educación comunicante"-, articulando las teorías del aprendizaje a los procesos y modelos comunicacionales. Retoma el pensamiento de Freinet e insiste en el carácter social del saber. Y a partir del relato de sus propias experiencias, propone estrategias de uso de los medios masivos en favor de la educación de adultos, y en especial de grupos marginales.
Para concluir dejo esta reflexión, quien trabaja en el mundo de la radio, sin duda alguna, ha escuchado hablar de Mario Kaplún, aquel uruguayo creador de Jurado Número 13, América Latina recuerda y ama a Mario Kaplún por este programa o por Cristianos en Búsqueda, también por su inmenso aporte a la historia de la radiodifusión y otras tantas series radiofónicas de décadas pasadas, así como a través de sus libros y enseñanzas.
3. Armand Mattelart (1936- ):
Sociólogo belga, nacido en 1936 que, al servicio de la Iglesia católica y de la Francia, vivió en Chile entre 1962 y 1973, convirtiéndose después en uno de los ideólogos franceses con más predicamento entre las izquierdas extravagantes de los países de lengua española. Tras una infancia señalada por la Segunda Guerra Mundial, y por el posterior internado en un colegio religioso, donde adquiere conciencia del fenómeno misionero y de los movimientos de la juventud católica vinculados a los problemas de los países pobres. Al concluir sus estudios, viaja a Bretaña para unirse a una comunidad de monjes seculares, que deja un año después para estudiar en la Universidad Católica de Lovaina, donde cursa derecho y ciencia política. Con posterioridad se traslada a París, donde estudia en el Instituto de Estudios Demográficos que funda Alfred Sauvy, padre del concepto 'tercer mundo'.

En 1962, en la universidad parisina, conoce a Michéle, su compañera sentimental e intelectual, con la que contrae matrimonio un año después. Al concluir sus estudios, recibe un nombramiento como experto del Vaticano en políticas de población, en un momento de interés sobre los problemas demográficos, presentes en la agenda de la Alianza para el Progreso del presidente norteamericano John F. Kennedy, que defendía la limitación de nacimientos. En 1962, viaja a Chile, destino que elige por su estabilidad y su estructura académica, pero allí se rebela contra los modelos de planificación familiar que estaban aplicando fundaciones como la Ford o la Rockefeller. Esto le lleva a reflexionar sobre las estrategias de comunicación para difundir la innovación, iniciando así, desde la demografía, una aproximación progresiva al estudio de la comunicación. Es en 1967, cuando los movimientos estudiantiles cobran una importancia excepcional en el país, en pleno gobierno Frei, abandona las juventudes católicas. Las protestas, que preceden al mayo francés del 68, fueron descalificadas desde el diario conservador El Mercurio, uno de los poderes fácticos del país. Esta circunstancia lleva a Mattelart a desarrollar su primer estudio en el campo de la comunicación, centrado en la estructura, estrategia constructiva y contenidos del diario de Santiago. Dejar la Universidad Católica para participar en la fundación de un Centro de Estudios de la Realidad Nacional de Jacques Chonchol, que será después ministro de Agricultura con Salvador Allende. Aunque no milita en ningún partido político, queda marcado por la revolución cubana, la muerte del 'Che' Guevara y el proyecto de Allende, en el que participó activamente, intentando pasar del plano teórico de las ideas a la acción transformadora desde la comunicación.
En los Cuadernos de la Realidad Nacional, con fuerte influencia del estructuralismo, aborda diferentes aproximaciones a la comunicación en torno a la cultura de masas. En 1972, publica, junto a Ariel Dorffman, el libro Para leer el pato Donald, que se convierte en un best-seller crítico y que es censurado en EEUU. Le siguen otros títulos sobre el poder transnacional de las multinacionales y la cultura de masas. Tras el golpe militar de Augusto Pinochet, regresa a Francia, pero la experiencia chilena habrá marcado de forma determinante su vida y su pensamiento. Trabaja en la película La espiral (1974), dedicada a la trama internacional que condujo a la caída de Allende, pero después va a atravesar un período difícil al verse en cesantía. Profesor invitado en la universidad parisina, se mantiene en esta situación durante cuatro años. Los sectores conservadores rechazan la renovación de su plaza y denuncian el matiz político de su colaboración con la UNESCO en el período del nuevo orden mundial de la información y la comunicación (NOMIC). Tras la llegada de Mitterrand al poder se amplió la dotación de profesorado universitario, lo que facilitó el acceso de Mattelart a una cátedra en la Universidad de París VIII, donde centra su actividad académica, con una creciente proyección internacional, especialmente en América Latina y España, donde su prestigio es extraordinario Doctor 'honoris causa' por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey (México). Armand Mattelart encabeza el comité científico de Infoamérica.
Principales publicados por Armand Mattelart:
Tiene en su haber numerosas publicaciones en español y portugués algunas de las cuales son: Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal (con Michéle Mattelart y Mabel Piccini), Cuadernos de la Realidad Nacional, Santiago de Chile, 1970; Comunicación masiva y revolución socialista (con Patricio Biedma y Santiago Funes), Diógenes, México DF, 1971; La ideología de la dominación en una sociedad dependiente (con Carmen y Leonardo Castillo), Signos, Buenos Aires, 1970; Para leer al Pato Donald (con Ariel Dorfman), Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1972; Agresión desde el espacio. Cultura y napalm en la era de los satélites, Siglo XXI, México, 1972; La comunicación masiva en el proceso de liberación, Siglo XXI, México, 1973; Imperialismos y medios masivos de comunicación (con Ariel Dorfman y otros), Quinto Sol, México, s.d. [1973?]: La cultura como empresa multinacional, Era, México, 1974; Multinacionales y sistemas de comunicación, Siglo XXI, México, 1977;Frentes culturales y movilización de masas (con Michéle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1977; La cultura de la opresión femenina, Era, México, 1977; Comunicación e ideologías de la seguridad (con Michéle Mattelart), Anagrama, Barcelona, 1978; Los medios de comunicación en tiempos de crisis (con Michéle Mattelart), Siglo XXI, México, 1980; La televisión alternativa (con J.-M. Piemme), Anagrama, Barcelona, 1981; Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (ed.), Era, México, 1981); América Latina en la encrucijada telemática (Héctor Schmucler), Paidós, Buenos Aires, 1983; Tecnología, Cultura y Comunicación (con Y. Stourdzé), Mitre, Barcelona, 1984; ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional (con Michéle Mattelart y X. Delcourt), Mitre, Barcelona, 1984; Pensar sobre los medios (con Michéle Mattelart), Fundesco, Madrid, 1987; La Internacional publicitaria, Fundesco, Madrid, 1989; La publicidad, Paidós, Barcelona, 1991; La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias, Fundesco, Madrid, 1994; Historia de las teorías de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1997; La mundialización de la comunicación, Paidós, Barcelona, 1998; Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global, Paidós, Barcelona, 2000; Historia de la sociedad de la información, Paidós, Barcelona, 2002; Introducción a los estudios culturales (con Érik Neveu), Paidós, Barcelona, 2004; Diversidad cultural y mundialización, Paidós, Barcelona, 2006.
La obra de Armand Mattelart en torno a la comunicación viene determinada por su experiencia chilena, allí comenzó su carrera universitaria en la Escuela de Sociología de la Universidad Católica de Chile, con sede en Santiago. Trabajó como demógrafo sobre la crítica a las políticas de control de la natalidad formuladas en el marco del programa Alianza para el Progreso del presidente de EEUU John F. Kennedy. En 1965, participó en varias reuniones como experto de una Comisión nombrada por el Vaticano sobre el tema. A partir de 1967 comenzó a trabajar para las Naciones Unidas como experto en desarrollo social y se dedicó al estudio de los medios de comunicación de masas. Con tal propósito, constituyó un grupo de investigación con Michéle Mattelart y Mabel Piccini en el Centro de estudios de la realidad nacional (CEREN), recién creada en la Universidad católica de Chile. Con el triunfo electoral de Salvador Allende, se dedicó al desarrollo de políticas de comunicación en ese país.
Junto a Michéle publica un primer trabajo: La mujer chilena en la sociedad de cambio. La posición del diario conservador El Mercurio ante los procesos de transformación social le lleva a su primer trabajo directamente relacionado con la comunicación. En 1972, destaca la publicación del libro Para leer al Pato Donald, escrito con Ariel Dorfman, sobre los mecanismos constructivos de modelos de pensamiento en el imaginario infantil, que alcanzó un extraordinario éxito. Poco después publica Agresión desde el espacio, que surge de la percepción creciente del poder transnacional de la comunicación en un mundo cada vez más interconectado. La orientación de este libro va a definir una serie de obras de Mattelart que se suceden hasta la publicación, en 1986, de Penser les médias (La Découverte, 1986), en las que el estudio económico de la comunicación -aproximándose al fenómeno de las multinacionales- y el determinismo tecnológico constituyen núcleos fundamentales.
La influencia de las nuevas soluciones tecnológicas en el conjunto de las industrias culturales y en la reestructuración global de la sociedad se prolongan hasta América Latina en la encrucijada telemática (1983), texto escrito con Héctor Schmucler, y aflora asimismo en Comunicación y transición al socialismo. El caso Mozambique (1980) como "lecciones del mundo periférico para uso de los países europeos" o Televisión: enjeux sans frontiéres, junto a J.-M.Piemme ` [en español, La televisión alternativa (1981)]. Ya en Los medios de comunicación de masas. La ideología de la prensa liberal, Armand Mattelart plantea una crítica sistemática a la 'communication research' estadounidense. Sus referentes de las sociedades dependientes y el efecto de la transnacionalización de la cultura abonan ese cuestionamiento y otros posteriores. En Tecnología, cultura y comunicación, junto a Yves Stourdzé, denuncia las enormes carencias de la investigación en Francia acerca de estos campos, y en ¿La cultura contra la democracia? Lo audiovisual en la hora transnacional, escrito con Michéle y Xavier Delcourt, aborda la televisión transnacional que define las líneas claves de la cultura de la época. Sobre este punto había publicado varios trabajos de gran interés en sus primeros libros, como Agresión desde el espacio o Multinacionales y sistemas de comunicación, cuyo capítulo quinto, 'Las series de tele-educación norteamericana: calle de un solo sentido' plantea la presencia de funcionarios del Gobierno y de las multinacionales en los consejos directivos de los que nacen 'Barrio Sésamo' y 'The Electric Company', toda vez que su objetivo, no ocultado, es modificar la educación tradicional, transnacionalizar los valores de la cultura de masas y marcar una forma de consumir el tiempo libre; pero los países dependientes de estas series ahondan con ello en su desventaja con respecto a EEUU al estar financiando sus reformas educativas comprándoles las series de tele-educación.
Finalmente el punto de inflexión de Pensar sobre los medios le sirve para revisar, finalmente, la investigación teórica en torno a la comunicación, con sus determinismos, tendencias y modas, contaminaciones y enfrentamientos. Mattelart reivindica la importancia de la reflexión epistemológica frente a los neopositivismos y la seducción tecnológica; y al proponer nuevas formas de investigación y pensamiento, establece la perspectiva para situar las rupturas y continuidades de un tiempo en el que los paradigmas han entrado en crisis y en el que han sufrido profundos cambios las relaciones de la clase intelectual con la producción cultural de masas. Unos años después, en 1996, publica, junto a Michéle Mattelart, una Historia de las teorías de la comunicación.
A principio de los noventa, con La Internacional Publicitariay, más tarde, La Publicidad, plantea el creciente relieve adquirido por una publicidad que ya no se limita al spotsino que se extiende a toda la toma de decisiones al ser un elemento determinante de los sistemas de comunicación, y por tanto en la transnacionalización de éstos. El sector de la publicidad se convierte en uno de los interlocutores poderosos en el entorno de la comunicación y de ahí la expansión transfronteriza desde Estados Unidos. Este enfoque se complementará con La mundialización de la comunicación (1996) donde analiza cómo las redes de comunicación están reconfigurando el orden mundial de modo que la globalización -él prefiere el término latino mundialización- está asociada a sus flujos. La internacionalización de raíz decimonónica, sin embargo, ha quedado cada vez más vinculada al plano económico provocando un creciente desfase entre la razón mercantil y las culturas.
Durante el último decenio del siglo XX, Armand Mattelart publica una trilogía de amplia perspectiva, extraordinario alcance enciclopédico y una desacostumbrada profundidad intelectual -La comunicación-mundo. Historia de las ideas y de las estrategias (1993), La Invención de la Comunicación (1994) e Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global (1999)- en la cual revisa cómo se han sucedido los proyectos e ideas internacionalistas o mundializadores, desde las comunicaciones, la religión, el imperialismo, el cosmopolitismo, la Sociedad de Naciones o la cultura de masas, sobre todo con las utopías del XVIII y el XIX orientadas a una perfecta comunicación social como imaginario fundamental de los tiempos modernos. Ya en el presente siglo, aborda una de sus preocupaciones frente al debilitamiento de la reflexión crítica y el progresivo sometimiento de la investigación en comunicación a los intereses industriales. Con Erik Neveu publica Introducción a los estudios culturales (2004), un texto crítico sobre las derivas de los estudios culturales. También destaca la profundización del pensamiento del autor en el ámbito de la diversidad cultural, como nueva faceta argumental del pensamiento crítico frente a los procesos de globalización de matriz estandarizadora y exclusivamente mercantilista, como se advierte en Diversidad cultural y mundialización (2006).
Su última obra, aparecida en septiembre de 2007, La globalisation de la surveillance. Aux origines de l'ordre securitaire (Paris, La découverte), aborda las nuevas orientaciones surgidas después del 11-S relativas a un orden seguro, independiente de las matrices que dan sustento a los valores de la cultura democrática.
Actualmente es Profesor catedrático en Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad de Paris VIII (Vincennes-Saint Denis). Ha mantenido estrechos contactos con varios centros sociales y universidades de Latinoamérica adonde viaja frecuentemente. La mayoría de sus libros ha sido traducida al castellano.
4. Jesús Martín-Barbero (1937-):
Nacido en Ávila, España, vive en Colombia desde 1963. Estudió Filosofía y Letras en la universidad católica de Lovaina, Bélgica, donde se doctoró en 1971, y Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París. Director del Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde permaneció entre 1975 y 1995. Entre 1995 y 2002 ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, en Guadalajara, México. Ha sido profesor visitante de las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona, Standford, Libre de Berlín, King's College de Londres, Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, etcétera. En 2003, obtuvo la nacionalidad colombiana.
Doctor 'honoris causa' por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) y por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia). Ha sido presidente de la ALAIC (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), miembro del Comité consultivo de la FELAFACS (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social). Es miembro del Comité científico de Infoamérica. Ha publicado los siguientes libros: Comunicación masiva: discurso y poder, Ciespal, Quito, 1978; Comunicación educativa y didáctica audiovisual, SENA, Cali, 1979; Introducción al análisis de contenido, Incisex, Madrid, 1981;De los medios a las mediaciones, G. Gili, Barcelona. 1987;Comunicación y culturas populares en Latinoamérica, G. Gili, México, 1987; Procesos de comunicación y matrices de cultura, G. Gili, México, 1989; Televisión y melodrama, Tercer Mundo, Bogotá, 1992; Communication, Culture and Hegemony, Sage, London, 1993; Dinámicas urbanas de la cultura, en: Comunicación y espacios culturales en América Latina, Bogotá, Cátedra UNESCO de Comunicación Social, Pontificia Universidad Javeriana, 1994; Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos, Univalle, Cali. 1995; Proyectar la comunicación (con A. Silva). Tercer Mundo, Bogotá, 1997; Mapas nocturnos, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1998; Medios, Cultura y Sociedad (con Fabio López), CES/Univ. Nacional, Bogotá, 1998; Los ejercicios del ver. Hegemonía audiovisual y ficción televisiva (con Germán Rey), Gedisa, Barcelona, 2000.
Su análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde la semiología, la función alienante de los medios locales y particularmente la función de las telenovelas en Latinoamérica son algunos de sus aportes. Ha sido una de las figuras centrales de la intelectualidad crítica contemporánea del subcontinente junto a autores como Néstor García Canclini, Ángel Rama, Carlos Monsiváis, Tomás Moulián o Beatriz Sarlo.
Su obra más relevante es De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía (1987), esta obra contribuye a ampliar el espacio conceptual y el objeto de estudio de la comunicación, estableciendo que se tiene que transitar del estudio de los medios en sí mismos al estudio de las mediaciones entre éstos y la cultura y la sociedad en general. Desde esta obra, la comunicación se concibe como espacio estratégico para pensar las contradicciones de las sociedades plurales de los ochentas, específicamente en América Latina. El enfoque cultural de la comunicación se convierte en el más relevante en el campo académico de la comunicación mexicana desde mediados los ochentas, y de algún modo hasta la fecha sigue siendo una de las principales ópticas desde las que se mira la comunicación. El título de la obra de Martín-Barbero fue sugerente en los ochentas, sobre todo por ser de los primeros que sitúa el debate comunicológico en las mediaciones, alejándose de las visiones más mediológicas y funcionalistas que ponían énfasis sobre todo en el papel de los medios de difusión.
Mira el otro lado del proceso de la comunicación llamado recepción, conformado por las resistencias y las variadas formas de apropiación de los contenidos de los medios. La comunicación se hace así cuestión de cultura, que exige revisar todas las vorágines de la mass media con el objetivo de “leer adecuadamente- y de manera crítica- las imágenes que se imponen sobre el texto o lo acompañan”.
Recalca diferencias entre lo masivo y lo popular, dando paso a nuevas lecturas sobre este último concepto en la posmodernidad. De ahí se desprende una renovada crítica a la función de las élites en el aspecto cultural; de esta manera se vuelve a retomar la distinción de la tríada habermasiana entre modernización, modernismo y modernidad para explicar el éthos latinoamericano.
Finalmente, podemos decir que esta es la gran obra de Jesús Martín-Barbero. Filósofo de formación, y dedicado en un primer momento a temas relacionados con la educación, el autor entró de lleno al campo académico de la comunicación con este libro, antes que con ningún otro. Además de haber escrito una centena de artículos sobre las múltiples relaciones entre la comunicación y la cultura, sobre políticas culturales, sobre globalización, etc.. En su última obra, Oficio de cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura (México, Fondo de Cultura Económica, 2002), el autor recoge lo esencial de todos sus aportes al mundo de la comunicación en el contexto latinoamericano. La idea de fondo sigue siendo la misma que en su primer título, la interrelación de la comunicación con la cultura, así como la necesidad de pensar la comunicación como algo que va más allá de los medios de difusión masiva.
5. Néstor García-Canclini (1939-)
Nacido en Argentina en 1939. Estudió letras y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el Conicet, se doctora en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Desde 1990, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Iztapalapa, donde dirige el Programa de Estudios sobre Cultura, así mismo es coordinador de estudios sobre diversidades culturales de la UNESCO, para América Latina y del Caribe. Ha sido profesor visitante de diversas universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.
Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas, Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, México, 1977; La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, México, 1979; Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, México, 1982;¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, CLAEH, Montevideo, 1986; Cultura transnacional y culturas populares (ed. con R. Roncagliolo), Ipal, Lima, 1988;Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, México, 1990; Cultura y Comunicación: entre lo global y lo local, Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, 1997; Culturas Híbridas Estrategias para entrar e sair da Modernidade, 2ª ed. Martins Fontes, São Paulo, 1998; Las industrias culturales en la integración latinoamericana (con Carlos Moneta), Eudeba, Buenos Aires, 1999; La globalización imaginada, Paidós, Barcelona, 1999; Imaginarios Urbanos, 2ª ed., Eudeba, Buenos Aires, 1999; Consumidores e cidadaos. Conflitos multiculturais da globalizacao, Ed. UFRJ, 4. ed., Rio de Janeiro, 1999; Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, Paidós, Buenos Aires, 2002.
García-Canclini ha sido uno de los principales antropólogos que ha tratado la posmodernidad y la cultura desde la perspectiva latinoamericana. Uno de los principales términos que ha acuñado es el de "hegemonía". Se trata de un concepto propio de cualquier ámbito, pero sobre todo de lo cultural, dando paso a lo que hoy entendemos por géneros híbridos, que son lugares de intersección entre lo visual y lo literario, lo culto y lo popular. Las "culturas hegemónicas", como las denomina, han sido “generadas por las nuevas tecnologías comunicacionales, por el reordenamiento de lo público y lo privado en el espacio urbano, y por la desterritorialización de los procesos simbólicos”. Un ejemplo de esto son los grupos musicales contemporáneos que mezclan o yuxtaponen corrientes globales como el pop con ritmos autóctonos o tradicionales.
En una de sus obras más conocidas, Consumidores y ciudadanos define al consumo como el conjunto de procesos socioculturales en los que se realizan la apropiación y los usos de los productos. Hace casi una década atrás, en su Introducción al libro El Consumo Cultural en México, Néstor García Canclini se preguntaba:
¿Por qué el consumo cultural es uno de los temas menos estudiados en México y en América Latina? Su lugar casi vacío en la vasta bibliografía existente sobre arte, literatura, comunicación y culturas populares parece indicar que una de las cuestiones que menos interesa es conocer que les pasa a los públicos, los receptores, las audiencias. Ni siquiera está claro como sería mejor denominar a quienes son los destinatarios de la producción y comunicación de cultura. Dado que los pocos ensayos disponibles sobre el tema suelen limitarse a aproximaciones intuitivas, carecemos de los datos básicos y la reflexión teórica sobre quienes asisten o no a los espectáculos, quienes se quedan en su casa a ver televisión, que ven, escuchan o leen, y cómo relacionan esos bienes culturales con su vida cotidiana”.
En los años que han transcurrido desde entonces la situación ha variado significativamente. En varios países de la región se cuenta con los datos básicos “sobre quienes asisten o no a los espectáculos, quienes se quedan en su casa ver televisión, que ven, escuchan o leen”. Además, se ha generado una reflexión teórica respecto a los modos en que los públicos ven, escuchan y leen, respecto a los usos que le dan a los bienes culturales y a las maneras en que ellos relacionan esos bienes con su vida cotidiana. Investigadores en diversos países de la región han contribuido a darle al tema del consumo una gran relevancia en la agenda de los estudios culturales latinoamericanos.
6. Migdalia Pineda de Alcazar:
Migdalia Pineda de Alcázar Licenciada en Comunicación Social (1975). Mención Audiovisual. Universidad del Zulia (LUZ). Maracaibo-Venezuela. Doctora en Ciencias de la Información, Universidad Autónoma de Barcelona-España (1989). Fundadora y Directora por dos períodos del Centro de Investigación de la Comunicación y la Información de LUZ (CICI). (1997-2003). Profesora jubilada, titular e investigadora de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, desde 1975 hasta 2005. Profesora e investigadora activa del Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de LUZ, desde 1994 hasta la actualidad, donde dicta clases en la Maestría de Comunicación Social y en el Doctorado en Ciencias Humanas.
Tiene en su trayectoria numerosas publicaciones que enuncian las corrientes teóricas de la comunicación y su influencia en la actualidad. Tiene mucha carrera y por ende mucha trayectoria. Puedo decir que esta mujer insigne de nuestros tiempos, venezolana ha contribuido a una investigación exhaustiva, entre muchas publicaciones mas, sobre todas las corrientes teóricas de la comunicación y presenta la revisión crítica de las escuelas básicas (norteamericana, europea y latinoamericana) que han explicado el proceso de la comunicación a través de los viejos medios masivos (cine, prensa, radio y televisión). Por ser un estudio teórico, empleó la investigación bibliográfica y documental, que permitió el análisis histórico contextual de los aportes de cada una de las escuelas, pero también de sus limitaciones para explicar y entender los cambios ocurridos en la comunicación desde mediados de los ochenta debido a la revolución telemática. Entre otras publicaciones puedo mencionar el artículo que analiza el pensamiento científico positivo en la modernidad para abordar cómo los modos de conocer a través de las certidumbres científicas, ayudaron a conformar un pensamiento pragmático y objetivista.
Posteriormente, aborda la post-modernidad como una época que inaugura unos modos de conocer mediante las incertidumbres, la subjetividad y las significaciones sociales, amparada en un nuevo paradigma tecnológico basado en el discurso de las redes, las comunicaciones y el pensamiento complejo. A partir de allí insiste en la necesidad de volver al pensamiento teórico, a la reflexión crítica, en el campo de las ciencias de la comunicación, para revisar sus bases , revertirlas y rescatar el lugar del sujeto y las relaciones del lenguaje en la producción científica en este campo.
Entre sus investigaciones está la Evaluación retrospectiva de la enseñanza e investigación en comunicación. Retos y oportunidades, evaluación retrospectiva de los procesos de enseñanza e investigación en comunicación social, prevalecientes en Latinoamérica, enmarcada dentro de un análisis de la crisis de las ciencias sociales y del papel de las universidades frente a los cambios científicos, tecnológicos y sociales actuales. Se apoya en el concepto de investigación evaluativa que comprende tres fases: la evaluación retrospectiva, la evaluación de proceso y la evaluación prospectiva.
Los resultados de la investigación servirán para proponer un modelo de referencia en la evaluación curricular e introducir cambios en el plan de estudios de la carrera de Comunicación Social de la Universidad del Zulia (Venezuela).
Referencias Bibliográficas:
Infografía:
· http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1580692.asp
· http://www.monografias.com/trabajos4/comunicteori/comunicteori.shtml
· http://www.infoamerica.org/teoria/martin_barbero1.htm
· http://www.infoamerica.org/teoria/kaplun1.htm
· http://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Mart%C3%ADn-Barbero
· http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A9stor_Garc%C3%ADa_Canclini
· www.infoamerica.org/articulos/p/pineda_alcazar.htm
· http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999gjn/83pineda.htm
Libros:
· Fernández, I. (2007). Diccionario de Investigación, (2ª. Ed). Caracas: Sypal.
· García, C.N. (1995). Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Grijalbo. México.
· Pasquali, A. (1979). Comprender la Comunicación. Caracas: Monte Ávila.
· Pasquali, A. (1980). Comunicación y Cultura de Masas. Caracas: Monte Ávila.
· Pineda, M. (1986). Difusión Masiva: Modelos Verticales y Alternativos, Cuadernos de Comunicación Nº 1. ECS-LUZ. Maracaibo, Venezuela.
· Prieto, C. D. (1985). Diagnostico de la comunicación CIESPAL. Quito, Ecuador.
Eglé Hernández de Avila
C.I. No. 5.069.718
Sección: 1

Su análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde la semiología, la función alienante de los medios locales y particularmente la función de las telenovelas en Latinoamérica son algunos de sus aportes. Ha sido una de las figuras centrales de la intelectualidad crítica contemporánea del subcontinente junto a autores como Néstor García Canclini, Ángel Rama, Carlos Monsiváis, Tomás Moulián o Beatriz Sarlo.
Su obra más relevante es De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía (1987), esta obra contribuye a ampliar el espacio conceptual y el objeto de estudio de la comunicación, estableciendo que se tiene que transitar del estudio de los medios en sí mismos al estudio de las mediaciones entre éstos y la cultura y la sociedad en general. Desde esta obra, la comunicación se concibe como espacio estratégico para pensar las contradicciones de las sociedades plurales de los ochentas, específicamente en América Latina. El enfoque cultural de la comunicación se convierte en el más relevante en el campo académico de la comunicación mexicana desde mediados los ochentas, y de algún modo hasta la fecha sigue siendo una de las principales ópticas desde las que se mira la comunicación. El título de la obra de Martín-Barbero fue sugerente en los ochentas, sobre todo por ser de los primeros que sitúa el debate comunicológico en las mediaciones, alejándose de las visiones más mediológicas y funcionalistas que ponían énfasis sobre todo en el papel de los medios de difusión.
Mira el otro lado del proceso de la comunicación llamado recepción, conformado por las resistencias y las variadas formas de apropiación de los contenidos de los medios. La comunicación se hace así cuestión de cultura, que exige revisar todas las vorágines de la mass media con el objetivo de “leer adecuadamente- y de manera crítica- las imágenes que se imponen sobre el texto o lo acompañan”.
Recalca diferencias entre lo masivo y lo popular, dando paso a nuevas lecturas sobre este último concepto en la posmodernidad. De ahí se desprende una renovada crítica a la función de las élites en el aspecto cultural; de esta manera se vuelve a retomar la distinción de la tríada habermasiana entre modernización, modernismo y modernidad para explicar el éthos latinoamericano.
Finalmente, podemos decir que esta es la gran obra de Jesús Martín-Barbero. Filósofo de formación, y dedicado en un primer momento a temas relacionados con la educación, el autor entró de lleno al campo académico de la comunicación con este libro, antes que con ningún otro. Además de haber escrito una centena de artículos sobre las múltiples relaciones entre la comunicación y la cultura, sobre políticas culturales, sobre globalización, etc.. En su última obra, Oficio de cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura (México, Fondo de Cultura Económica, 2002), el autor recoge lo esencial de todos sus aportes al mundo de la comunicación en el contexto latinoamericano. La idea de fondo sigue siendo la misma que en su primer título, la interrelación de la comunicación con la cultura, así como la necesidad de pensar la comunicación como algo que va más allá de los medios de difusión masiva.
5. Néstor García-Canclini (1939-)
Nacido en Argentina en 1939. Estudió letras y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el Conicet, se doctora en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Desde 1990, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Iztapalapa, donde dirige el Programa de Estudios sobre Cultura, así mismo es coordinador de estudios sobre diversidades culturales de la UNESCO, para América Latina y del Caribe. Ha sido profesor visitante de diversas universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.

Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas, Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, México, 1977; La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, México, 1979; Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, México, 1982;¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, CLAEH, Montevideo, 1986; Cultura transnacional y culturas populares (ed. con R. Roncagliolo), Ipal, Lima, 1988;Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, México, 1990; Cultura y Comunicación: entre lo global y lo local, Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, 1997; Culturas Híbridas Estrategias para entrar e sair da Modernidade, 2ª ed. Martins Fontes, São Paulo, 1998; Las industrias culturales en la integración latinoamericana (con Carlos Moneta), Eudeba, Buenos Aires, 1999; La globalización imaginada, Paidós, Barcelona, 1999; Imaginarios Urbanos, 2ª ed., Eudeba, Buenos Aires, 1999; Consumidores e cidadaos. Conflitos multiculturais da globalizacao, Ed. UFRJ, 4. ed., Rio de Janeiro, 1999; Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, Paidós, Buenos Aires, 2002.
García-Canclini ha sido uno de los principales antropólogos que ha tratado la posmodernidad y la cultura desde la perspectiva latinoamericana. Uno de los principales términos que ha acuñado es el de "hegemonía". Se trata de un concepto propio de cualquier ámbito, pero sobre todo de lo cultural, dando paso a lo que hoy entendemos por géneros híbridos, que son lugares de intersección entre lo visual y lo literario, lo culto y lo popular. Las "culturas hegemónicas", como las denomina, han sido “generadas por las nuevas tecnologías comunicacionales, por el reordenamiento de lo público y lo privado en el espacio urbano, y por la desterritorialización de los procesos simbólicos”. Un ejemplo de esto son los grupos musicales contemporáneos que mezclan o yuxtaponen corrientes globales como el pop con ritmos autóctonos o tradicionales.
En una de sus obras más conocidas, Consumidores y ciudadanos define al consumo como el conjunto de procesos socioculturales en los que se realizan la apropiación y los usos de los productos. Hace casi una década atrás, en su Introducción al libro El Consumo Cultural en México, Néstor García Canclini se preguntaba:
¿Por qué el consumo cultural es uno de los temas menos estudiados en México y en América Latina? Su lugar casi vacío en la vasta bibliografía existente sobre arte, literatura, comunicación y culturas populares parece indicar que una de las cuestiones que menos interesa es conocer que les pasa a los públicos, los receptores, las audiencias. Ni siquiera está claro como sería mejor denominar a quienes son los destinatarios de la producción y comunicación de cultura. Dado que los pocos ensayos disponibles sobre el tema suelen limitarse a aproximaciones intuitivas, carecemos de los datos básicos y la reflexión teórica sobre quienes asisten o no a los espectáculos, quienes se quedan en su casa a ver televisión, que ven, escuchan o leen, y cómo relacionan esos bienes culturales con su vida cotidiana”.
En los años que han transcurrido desde entonces la situación ha variado significativamente. En varios países de la región se cuenta con los datos básicos “sobre quienes asisten o no a los espectáculos, quienes se quedan en su casa ver televisión, que ven, escuchan o leen”. Además, se ha generado una reflexión teórica respecto a los modos en que los públicos ven, escuchan y leen, respecto a los usos que le dan a los bienes culturales y a las maneras en que ellos relacionan esos bienes con su vida cotidiana. Investigadores en diversos países de la región han contribuido a darle al tema del consumo una gran relevancia en la agenda de los estudios culturales latinoamericanos.
6. Migdalia Pineda de Alcazar:
Migdalia Pineda de Alcázar Licenciada en Comunicación Social (1975). Mención Audiovisual. Universidad del Zulia (LUZ). Maracaibo-Venezuela. Doctora en Ciencias de la Información, Universidad Autónoma de Barcelona-España (1989). Fundadora y Directora por dos períodos del Centro de Investigación de la Comunicación y la Información de LUZ (CICI). (1997-2003). Profesora jubilada, titular e investigadora de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, desde 1975 hasta 2005. Profesora e investigadora activa del Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de LUZ, desde 1994 hasta la actualidad, donde dicta clases en la Maestría de Comunicación Social y en el Doctorado en Ciencias Humanas.

Tiene en su trayectoria numerosas publicaciones que enuncian las corrientes teóricas de la comunicación y su influencia en la actualidad. Tiene mucha carrera y por ende mucha trayectoria. Puedo decir que esta mujer insigne de nuestros tiempos, venezolana ha contribuido a una investigación exhaustiva, entre muchas publicaciones mas, sobre todas las corrientes teóricas de la comunicación y presenta la revisión crítica de las escuelas básicas (norteamericana, europea y latinoamericana) que han explicado el proceso de la comunicación a través de los viejos medios masivos (cine, prensa, radio y televisión). Por ser un estudio teórico, empleó la investigación bibliográfica y documental, que permitió el análisis histórico contextual de los aportes de cada una de las escuelas, pero también de sus limitaciones para explicar y entender los cambios ocurridos en la comunicación desde mediados de los ochenta debido a la revolución telemática. Entre otras publicaciones puedo mencionar el artículo que analiza el pensamiento científico positivo en la modernidad para abordar cómo los modos de conocer a través de las certidumbres científicas, ayudaron a conformar un pensamiento pragmático y objetivista.
Posteriormente, aborda la post-modernidad como una época que inaugura unos modos de conocer mediante las incertidumbres, la subjetividad y las significaciones sociales, amparada en un nuevo paradigma tecnológico basado en el discurso de las redes, las comunicaciones y el pensamiento complejo. A partir de allí insiste en la necesidad de volver al pensamiento teórico, a la reflexión crítica, en el campo de las ciencias de la comunicación, para revisar sus bases , revertirlas y rescatar el lugar del sujeto y las relaciones del lenguaje en la producción científica en este campo.
Entre sus investigaciones está la Evaluación retrospectiva de la enseñanza e investigación en comunicación. Retos y oportunidades, evaluación retrospectiva de los procesos de enseñanza e investigación en comunicación social, prevalecientes en Latinoamérica, enmarcada dentro de un análisis de la crisis de las ciencias sociales y del papel de las universidades frente a los cambios científicos, tecnológicos y sociales actuales. Se apoya en el concepto de investigación evaluativa que comprende tres fases: la evaluación retrospectiva, la evaluación de proceso y la evaluación prospectiva.
Los resultados de la investigación servirán para proponer un modelo de referencia en la evaluación curricular e introducir cambios en el plan de estudios de la carrera de Comunicación Social de la Universidad del Zulia (Venezuela).
Referencias Bibliográficas:
Infografía:
· http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1580692.asp
· http://www.monografias.com/trabajos4/comunicteori/comunicteori.shtml
· http://www.infoamerica.org/teoria/martin_barbero1.htm
· http://www.infoamerica.org/teoria/kaplun1.htm
· http://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Mart%C3%ADn-Barbero
· http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A9stor_Garc%C3%ADa_Canclini
· www.infoamerica.org/articulos/p/pineda_alcazar.htm
· http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999gjn/83pineda.htm
Libros:
· Fernández, I. (2007). Diccionario de Investigación, (2ª. Ed). Caracas: Sypal.
· García, C.N. (1995). Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Grijalbo. México.
· Pasquali, A. (1979). Comprender la Comunicación. Caracas: Monte Ávila.
· Pasquali, A. (1980). Comunicación y Cultura de Masas. Caracas: Monte Ávila.
· Pineda, M. (1986). Difusión Masiva: Modelos Verticales y Alternativos, Cuadernos de Comunicación Nº 1. ECS-LUZ. Maracaibo, Venezuela.
· Prieto, C. D. (1985). Diagnostico de la comunicación CIESPAL. Quito, Ecuador.
Eglé Hernández de Avila
C.I. No. 5.069.718
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